No tengo motivos para estar triste,
(mientras se suicida una lagrima
y salta al vacío desafiando la gravedad)
me pregunto si alguna vez podre hacerte feliz
quizás tenga que cambiar de piel,
quizás tenga que dejar de ser yo.
¿Cuando dejaste de latir, corazón?
Dime corazón si dejaste de latir
por culpa de este silencio que se encoge
y parece que en cada latido vaya a reventar.
Nunca enseñé nada a nadie
ni podré hacerlo,
quizás por no equivocarme,
quizás por ocultarme en un callejón sin salida
quizás por el miedo a la soledad,
quizás, sera eso un quizás.
Quisiera no quererte todavía,
pero todavía se hace corto
cuando el viento habla de ti.
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